lunes, 22 de octubre de 2012

¿Cómo se puede usar la tecnología dentro del aula?

El uso de las TICs en el aula ya consta como un principio fundamental dentro del currículum educativo y por ello, es de suma importancia fomentar el desarrollo de la competencia digital en la escuela.
Pero no únicamente existe una forma de emplear las nuevas tecnología dentro del aula, si no que cada docente se acoge a un modelo de enseñanza mediante el uso de las TICs que mejor se amolde a las necesidades y requerimientos de sus alumnos. Algunos de ellos pueden ser:
 
  1. La exposición de contenidos apoyados en recursos TIC, mediante la cual el docente emplea las nuevas tecnologías por comodidad y realiza algunos cambios en su metodología, como el cambio del uso de la pizarra por la pizarra digital. Este método por un lado, supone un ahorro de tiempo por parte del docente, pero por otro, no conlleva ningún beneficio para los alumnos, ya que de esta forma no se promueve la interactividad.
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  3. La iniciación al uso de las TICs, en la que los niños aprenden a usarlas a partir de un entrenamiento a base de ejercicios de repetición. De esta forma, los niños adquieren competencias en el uso de las herramientas tecnológicas, pero como contrarestación, no se fomenta el aprendizaje significativo.
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  5. El aprendizaje por medio de programas educativos está fundamentado en aprender con la ayuda de programas informáticos, y para ello se trasladan los ejercicios tradicionales al ordenador y de esta forma desarrollar el background informático de los alumnos desde la edad temprana. A partir del uso de este modelo, se fomenta la interactividad de los niños con la tecnología, así como la motivación de los mismos por el aprendizaje. Pero estos programas únicamente dan la posibilidad de elegir una respuesta, lo que le cierra las puertas a la reflexión y la creatividad innata en los niños.
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  7. El aprendizaje por investigación mediante el uso de las TICs favorece la capacidad de memorización que cada alumno/a posee que le sea necesaria para investigar en lo que sea de su interés. De esta forma se fomenta el aprendizaje por descubrimiento basado en la curiosidad como motor de integración de conocimientos principal.
A pesar de la variedad de formas existentes de implantar las TICs en el aula, el modelo de aprendizaje que se emplee no es de relevancia, si no que lo que verdaderamente importa es lograr facilitar, mediante el uso de las nuevas tecnologías, la integración de los conocimientos de los niños para que aprendan de una forma dinámica y enriquecedora.
 
 
 
 
 
 

miércoles, 17 de octubre de 2012

Tecnología en el aula ¿sí o no?


El uso de las nuevas tecnologías en el aula, desde su implantación, ha originado debates entre el profesorado debido a que trae consigo unas consecuencias, por un lado enriquecedoras, pero por otro no tan favorables.

En primer lugar, el fomento de las TICs en las aulas desde la edad temprana favorece el desarrollo del pensamiento divergente en los niños, evitando así un aprendizaje lineal que frene la capacidad de adquisición de conocimientos, así como el ingenio y la creatividad de los alumnos. Además, mediante el uso de las tecnologías se fomenta la motivación innata de los niños por el aprendizaje, se les inculca el valor del esfuerzo para llegar a la meta que deseen y se desarrolla el background informático de los mismos. Las tecnologías promueven el feedback con los alumnos, así como la participación y la interacción de los niños y niñas, debido a los numerosos y variados recursos que ofrecen. Así como también, es imprescindible destacar que ya no solo constituyen una fuente enriquecedora para el desarrollo intelectual y social de los niños, si no que también favorecen la educación de los niños que padecen alguna necesidad educativa especial, gracias a la posibilidad de ofrecer a cada niño una educación personalizada que se centre en sus necesidades específicas.

Por otro lado, como docente, no se debe caer en la tentación del abuso de las nuevas tecnologías en las aulas debido a la motivación que provoca en los niños, ya que se podría cometer el grave error de dejar al amparo de las TICs la educación de los alumnos. En consecuencia a ello, y al trabajar siempre con la ayuda de la tecnología, se promovería en los niños una cultura del no esfuerzo que no les será beneficiosa para su educación, ya que se acomodarían a acceder a toda la información que deseen con un solo click y perderían la curiosidad por aprender cosas que no conocen. Además, se debe tener muy en cuenta el elevado coste que supone la adquisición de nuevas tecnologías para uso y disfrute del aula y su tendencia a fallar consecuentemente cuando más se precisa de ella. 

A pesar de ello, numerosos docentes se han embarcado en la innovadora barca de las TICs con objetivo de navegar por el océano de la educación luchando contra viento y marea con tal de que sus alumnos alcancen los objetivos establecidos de la manera más enriquecedora y dinámica posible.

domingo, 7 de octubre de 2012

La Sociedad del Conocimiento

Hoy en día, todos y cada uno de nosotros somos catalogados por el número de conocimientos que almacenamos en nuestra mente. Vivimos en el mercado del conocimiento, somos traficantes de la información que disponemos al alcance de nuestras manos y combatimos los unos con los otros por ocupar un lugar privilegiado dentro de este mundo intelectual. Pero hay personas que, debido a causas adversas, se quedan a las puertas de este admirado mundo. En ocasiones, son los habitantes del mismo los que crean una barrera infranqueable para que aquellas personas que no disponen de una conexión a internet las 24 horas del día no puedan entrar en su dichoso mundo, dando lugar así a la aparición de una brecha digital que separa socialmente a las personas según el grado de conectividad y digitalización que posean.
Pero como ciudadanos de este mundo, no debemos adoptar la posición de meros espectadores e ignorar este atentado como si no nos incumbiera, si no que debemos tomar cartas en el asunto y luchar por lograr una inclusión digital, por acabar con las desigualdades sociales y solidarizarnos con los más desfavorecidos e incluirlos en nuestro mundo, en el mundo de todos.
Así como también, es fundamental que como futuros docentes fomentemos la alfabetización digital en el aula y, consecuentemente, desarrollemos el background informático de todos y cada uno de nuestros alumnos y alumnas partiendo de su base para que todos por igual adquieran los conocimientos informáticos necesarios para convivir en la nueva era de la tecnología en la que están inmersos. Dentro de las aulas, desde la edad temprana se debe de impartir la competencia digital, considerándola igual de imprescindible que cualquier otra competencia vigente en el currículum de educación infantil, y fomentar el uso de las TICs para que desde bien pequeños tengan acceso a la información y estén preparados para afrontar con éxito el mundo en el que viven.

jueves, 4 de octubre de 2012

Las huellas de la tecnología

Durante siglos, la tecnología ha dejado sus huellas impregnadas en el sendero de la vida y paso a paso ha ido dibujando su rastro hasta trazar el mundo en el que hoy vivimos.
 
Su camino comenzó en el año 1910, de la mano de Henry Ford, dueño de la empresa automovilística Ford, que fundó un nuevo movimiento llamado Fordismo. Quiso acabar con la acentuada diferenciación de clases de la sociedad y creó un producto estándar mediante la tecnología apto para el cosumo de todos. Así, se comenzó a propagar el trabajo en cadena y la especialización de los trabajadores en una sóla tarea para fabricar con más rapidez.  De repente, todo el mundo tenía trabajo y dinero para poder consumir, el proletariado se convirtió en la nueva clase media, lo que supuso la entrada de una época de prosperidad.
Hasta que en 1970, la empresa Toyota quiso tirar su piedra en medio del sendero de la tecnología. Nace el Toyotismo con propuestas adversas al anterior movimiento, como la creación de multiproductos, es decir, fabricar varias gamas del mismo producto para estar al alcance de las condiciones económicas de todos los ciudadanos. Además, se quería lograr la mejora de los productos, por lo que se crearon los departamentos de investigación en las fábricas (I+D+I), de los cuales nació la idea de implantar en los productos la obsolescencia programada para que tuvieran un tiempo de vida determinado y que con el tiempo acabaran fallando para que el consumo no decayera. A esta evolución se suman los trabajadores que se vuelven más polivalentes y capaces de fabricar el producto en su totalidad.
Ya en los años 1990, divisando los rayos de luz de la actualidad, surge la Sociedad de la información y del Conocimiento de la mano de la democratización de la tecnología. Se dejan atrás todas las ideas de la necesidad de trabajo en producción para substituirlas por la importancia del conocimiento. Nacen empresas independientes de las fábricas dedicadas a vender información y conocimiento como si se trataran de un producto de mercado.
 
Al final del camino nos encontramos con, según algunos autores, la Sociedad de la Red, en la que reina mundialmente la socialización en red. Es tal la magnitud de este movimiento que la sociedad lo ha adoptado como una forma de vida. Por lo que, como docentes debemos aliarnos con esta nueva forma de vivir, hacerla nuestra para conocer todas las ventajas e inconvenientes que conlleva para preparar a nuestros alumnos y alumnas a desenvolverse en este nuevo mundo. Debemos sacar el máximo provecho de lo que las tecnologías nos pueden ofrecer, por ello es importante desarrollar la capacidad de adaptación al medio y de cambio en los niños para que aprendan a vivir con las nuevas tecnologías, pero esto no significa que sólo puedan sobrevivir con ellas, si no que únicamente sirven como apoyo al esfuerzo propio para lograr nuestros sueños y metas.